28/7/08

Coleccionistas de vinos



En estos días de gran inflación en los mercados de alimentos, petróleo y commodities, los vinos finos y de reconocidas cosechas se abren paso en busca de inversores y coleccionistas.

Por supuesto que no cotizan en bolsa, pero si son objeto de deseo y ostentación por parte de sus poseedores.

Los valores son altos y la inversión no se pierde, a menos que se descorche la cuidada y añorada botella.

Como toda colección, formarla, requiere vastos conocimientos de quienes se aventuren en las profundidades de una cava especial.

El vino como otras bebidas tiene su propio encanto y en derredor de él se han construido historias de amor y guerra que enaltecen su valor intrínseco.

El crecimiento de la demanda de algunas cosechas y variedades, transforman una simple botella en objeto de deseo.

Incluso la propia competencia entre coleccionistas puede mejorar las ganancias de los vendedores y rematadores.

No importa si es tinto o blanco, tal vez un rosado, aunque son menos cotizados.

La tradición señala a los tintos como los más interesantes y capaces de cambiar con el tiempo sin perder sus cualidades.

Los valores de una botella pueden superar los 10 o 20 mil dólares.

Los remates de vinos de colección superan cifras de 50 o 60 millones de dólares en transacciones.

Internet también se suma a esta tendencia, por ejemplo; se ofrece una botella de vino, igual a las servidas en la boda de la Infanta Elena de España.

Otros anuncian disponer de vinos de jerez muy antiguos y de series numeradas, embotellados especialmente para la realeza inglesa.

Por supuesto que estas características deben ser luego refrendadas con la documentación adecuada que acredite lo que se pretende vender.

¿Ingresará América Latina en esta nueva tendencia?

En materia de producción de vinos finos, nuestro continente ha logrado posicionarse como “Los vinos del Nuevo Mundo”.

Los productores chilenos, argentinos y brasileros captan inversores y se asocian con sus homólogos europeos para mejorar calidad y penetración en mercados exigentes.

Incluso, se habla de un renacimiento de los vinos mexicanos.

Pero ¿que sucederá con la nueva tendencia de coleccionar vino?.

Esta es una actividad en la que los nuevos ricos, que hay muchos en el mundo, comienzan a cultivar.

Figuras del fútbol como Diego Armando Maradona y el colombiano Carlos Valderrama asociaron su imagen a vinos seriados que fueron rápidamente vendidos.

Tal vez haya que aguardar que el tiempo pase para lograr el reconocimiento necesario de los nuevos vinos.

O será cuestión de enamorar a más personalidades famosas como Coppola y Depardieu para que difundan las marcas latinoamericanas en esta tendencia del siglo XXI.

Mientras tanto, ¡salud!

Por Rafael Guardia

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