El chef catalán Sergi Arola se reunió con el Intendente de Maldonado Oscar De Los Santos y estudia la posibilidad de realizar inversiones en su rubro en Punta del Este.
Con actitudes que le han convertido en un personaje transgresor y controvertido dentro del mundo de la cocina española, Arola es un referente y llego a Punta a dictar una de sus master class.
Fue alumno de los cocineros Ferran Adrià y de Pierre Gagnaire, y responsable del restaurante "La Broche" situado en el Hotel Miguel Ángel en Madrid, próximo al Paseo de la Castellana. Actualmente también se ocupa de la cocina del hotel Arts de Barcelona y ha abierto su propio restaurante en Madrid, Sergi Arola-Gastro, donde puede dar rienda suelta a su creatividad en la cocina y en el que también se puede visitar un espacio coctelería. Arola regenta el local junto con su mujer, Sara Fort.
Sergi Arola es uno de los personajes más mediáticos de España, ha participado en diferentes realitys enseñando cocina a famosos, tiene su página web y su propio blog, cerrado por el mismo recientemente porque según comunicó: “Tras darle vueltas… y hablarlo con buenos amigos, de los que te dicen las cosas a la cara, con conocimiento, he llegado a la conclusión que lo mejor que puedo hacer en aras de la libertad de expresión que tanto defienden esos amparados en el anonimato … es eliminar mi blog, por un lado y dejar de participar en otros blogs aunque sea por alusiones. El otro día un buen amigo, citando a un conocido escritor, me dio la clave de lo que es en definitiva un blog en Internet, la reflexión no tiene desperdicio: “que sentido, que lógica tiene escribirte en un blog, con individuos con los que jamás establecerías ni una relación de amistad en persona, ni siquiera una minima relación intelectual aparte tal vez de un fugaz saludo en el ascensor…”. Así de sencillo, así de fácil.
Sobre sus proyectadas inversiones en nuestro país dijo: “Estamos hablando de cocina de tapas, en un restaurante con decoración moderna para edades entre 20 y 50 años y un servicio completo. Al existir un público de segunda residencia en Punta del Este, pensamos en un cliente con poder adquisitivo proveniente de Chile, Brasil y Argentina. La idea es un local propio o asociado a un establecimiento hotelero”.
Arola cuenta con un restaurante en Barcelona (España) y otro en Lisboa (Portugal). La posibilidad que el tercero sea en Punta del Este “lo llenaría de orgullo”, según dijo.
El cocinero, que acaba de ver su trayectoria impresa en el libro de David Trueba titulado “Como quieras, cuando quieras, donde quieras”, reivindica que “cocinar es pasárselo bien”.
Cuando se le menciona el tema de los precios y el “target” de sus locales aclara: “A estas alturas de la película, nadie me puede acusar de ser un cocinero de los que solo sabe cocinar a base de trufa y caviar y por encima de los 120 euros, he demostrado que se puede hacer una buena cocina a partir de productos, o mediante conceptos que no requieran gravar la factura, lo he demostrado en “Arola-BCN” con una media de 58 euros, en “Vicool” en Roses a 32 Euros de media, o en las “panninotecas D’E”, donde la media rara vez sube de 25 Euros.
Ahora las cosas han cambiado y debo aplicar los mismos criterios comerciales de margen que se aplican en cualquier restaurante viable y eso sitúa el techo de costes en el limite del 35%…. por encima de ese coste, la viabilidad del negocio es difícil, complicada… no hay que olvidar el coste del personal, gastos generales, gastos financieros, etc… también van incluidos en la factura.
Tanto Sara (su actual esposa y socia) como yo, hemos querido ofrecer del modo mas franco y sincero, una lectura del atrezzo, la puesta en escena, el servicio, y la cocina acorde con nuestras ambiciones pero sobre todo acorde a como nos gusta sentirnos a nosotros cuando salimos a cenar (de ahí lo de las mesas máximo de cuatro en el comedor (con una apartada de hasta seis como excepción), de ahí el ofrecer menú, por lo demás ojala pudiéramos dar todo esto que queremos dar a la mitad de precio, desgraciadamente no es posible”.
Arola, de recién cumplidos 40 años, ha dado recientemente otra vuelta de tuerca a sus establecimientos, negando gentilmente el acceso a los caballeros que no luzcan “saco o chaqueta”, lo que sorprendió a todos, pero no solo reivindicó su resolución sino que la fundamentó: “Dudo que la mayoría … sea mas trasgresor que yo, con diecisiete años llevaba pendiente, con 22 pircings en el pezón y la ceja, tengo una colección de cazadoras de cuero con mas de cincuenta, la mayoría vintage compradas en tiendas de segunda mano, pero hace tiempo fruto de viajar, comer y cenar en restaurantes por ahí fuera Tokio, Nueva York, París, Londres… empecé a darme cuenta de cosas que me chirrían cuando las veo en los restaurantes.
En ese sentido del mismo modo que no entendería que alguien saliera a buscar setas con una americana, me cuesta entender la manía de algunos señores, de arremangarse las mangas de las camisas como si la sala del restaurante fuera un patatal, por no hablar de los otros con un rotulo a la espalda de las “camisas de moda” como si fuera un hombre anuncio, ¡eso ya no es ser trasgresor!
Entiendo que la corbata sea una insoportable herramienta de trabajo para muchos y que como tal se agradezca dejarla en casa cuando salimos a cenar con nuestra pareja, pero yo no la exijo, y os aseguro que el abanico de chaquetas es amplio y salvo excepciones, entiendo que no resulta un sacrificio mayor que el que supone para nuestra pareja estar bien guapa, arreglada y peinada para “lucirla”.
La chaqueta la entiendo como un acto de galantería, no como protocolo ni como una norma impuesta, y del mismo modo que entiendo que nosotros hacemos un sacrificio importante para tener todo siempre en perfecto estado, no cuesta nada ponerse una chaqueta… yo sin ir mas lejos, la pasada semana en casa de Andrés Madrigal disfrute en su compañía de una esplendida cena, pues mi atuendo era una americana de tres botones de color azul marino, que escondía una camiseta del CBGB, unos vaqueros y unas “converse all star”, y no me costó ningún esfuerzo hacerlo… ninguno.
Pido disculpas sinceramente a aquellos a los que haya decepcionado por pedir chaqueta al abrir “sergi arola-gastro”, pero es una decisión meditada, que estoy seguro a medio plazo mas restaurantes secundarán”.
Falta ver si en la descontracturada Punta del Este continuará con la misma exigencia y si sería aceptada.
La bienvenida entonces a un empresario gastronómico representante de la nueva cocina internacional, si bien recientemente ha reivindicado y dado un toque personal a añejas recetas.
Fuente: El País
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