"No le puedo vender tres noches señor, el mínimo de estadía en Río, en Carnaval, es una semana y tiene que comprar el paquete porque de lo contrario, tampoco tengo pasajes". Esa es una respuesta común que los agentes de viajes han venido dando a través de los años, toda vez que alguien viene a consultar por esta fiesta, sin dudas, una de las "mais grandes do mundo". Los grandes eventos como éste, los mundiales de fútbol o las olimpíadas, movilizan multitudes y obligan a sistematizar, so pena de colapsar.
El carnaval, por estas latitudes, tiene una gran tradición y es celebrado con mayor o menor intensidad a través de todo el mapa latinoamericano, destacándose como va dicho, el carioca e inclusive el de otros puntos de Brasil como el de San Pablo, Bahía y Porto Alegre, pero también son famosos los carnavales de Barranquilla, en Colombia, el de Panamá, el de Bolivia, los de Corrientes y de Gualeguaychú en Argentina y cada vez más, el de Uruguay.
Desde que el Frente Amplio conduce los destinos de la capital, Montevideo, el carnaval como expresión cultural ha sido puesto en un sitial de privilegio y ha ido aumentando en importancia.
No solamente es el "más largo del mundo", sino que tiene características bien diferenciadas y particulares con un denominador común: el concurso oficial de agrupaciones carnavalescas.
Hay dos grandes desfiles oficiales en Montevideo: uno que se realiza en la apertura de la fiesta, por la principal avenida (18 de julio)y nuclea a todas las categorías que participan del certamen(5) y el otro, que se lleva a cabo en los barrios Sur y Palermo, denominado "Llamadas", reservado exclusivamente para las comparsas de Negros y Lubolos, quienes están compuestos por "cuerdas" de tambores, vedettes, bailarinas, escoberos, mamas viejas, gramilleros y demás.
Pero lo realmente particular del carnaval uruguayo es que se montan escenarios en los diferentes barrios de todo el país (desde unos años a esta parte en clubes deportivos y otros locales, pero se dejó la costumbre de montarlos en la calle) y se ofrecen espectáculos cada noche, realmente completos y atractivos en los que se ubican en el programa: murgas, humoristas, parodistas, revistas y comparsas de negros y lubolos.
A estos eventos diarios, duarante más de un mes, asiste la familia en pleno y paga su entrada, alquila su mesa, consume bebidas, comidas, golosinas y de esa manera, conforma una actividad que emplea a mucha gente durante "la zafra".
Aunque lo más importante se da en el Teatro de Verano, propiedad del Municipio montevideano, un magnífico anfiteatro enclavado sobre la costa capitalina donde noche a noche, ante un exigente jurado, se dan cita para actuar, los diferentes conjuntos de todas las categorías, en busca del prestigioso título.
Quienes ven por primera vez este espectáculo, quedan absolutamente fascinados por la calidad y el lujo de las diferentes presentaciones.
Como decíamos, desde hace algunos años se viene trabajando muy bien en lo que tiene relación al carnaval y el turismo, quizás en algún tiempo, algún agente de viajes en el exterior, se vea obligado a decirle a un cliente: "disculpe, para ir a Montevideo en Carnaval, debe comprar el paquete por un mínimo de una semana".
Fuente: Portal del Uruguay
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